Descripción general del tratamiento para la obesidad
Objetivos del tratamiento
Independientemente del tipo o de la combinación de tratamiento que se use para la obesidad, ponerse objetivos es un elemento importante en cualquier plan. Quizás la persona quiera bajar una gran cantidad de peso, pero es importante comprender que ponerse una meta realista de bajar aunque sea un 3 al 5 % del peso corporal, y lograrlo, redundará en beneficios importantes y positivos para la salud.
Los objetivos del tratamiento son más fáciles de lograr si se adaptan a las necesidades de la persona. Por ejemplo, es seguro perder 1 o 2 libras (450 o 900 g) por semana, pero quizás la persona se sienta más cómoda siguiendo un ritmo más lento de media libra (unos 225 g) por semana. En un año, representa una pérdida de 26 libras (casi 12 kg). Si se mantiene ese ritmo por 3 años, se produce una pérdida de peso considerable de 78 libras (unos 35 kg). Sin importar el tratamiento que se siga, bajar de peso lentamente será más eficaz y más sano a la larga. La pérdida rápida de peso, por lo general, hace que se vuelva a subir de peso.
Tratamiento para la obesidad
Es posible que se combinen diferentes tipos de tratamiento para la obesidad. Consulte siempre con su proveedor de atención médica para obtener un diagnóstico y recomendaciones de tratamiento.
Existen diversas maneras de tratar la obesidad. Es beneficioso seguir más de un método, como hacer cambios en la dieta e incorporar el ejercicio.
Dieta
Si bien son populares los planes de dieta con alto contenido de proteínas y grasas y pocos carbohidratos, algunas de estas dietas presentan riesgos graves para la salud a largo plazo por el énfasis que ponen en las grasas saturadas. La pérdida de peso exitosa que se puede mantener en el tiempo depende más de limitar el consumo de energía (calorías) y aumentar el gasto de energía (hacer ejercicio y actividad física a diario) que solo controlar los componentes de la dieta.
El ayuno puede hacer que baje de peso rápido, pero es posible que pierda masa muscular magra junto con la grasa. Las dietas que consisten en consumir solo líquidos deben tener supervisión médica. Es posible que se usen por un período breve en personas con obesidad. Aunque las dietas líquidas pueden ser eficaces a corto plazo, no son la respuesta permanente para la pérdida de peso.
Los ayunos y las dietas populares y novedosas quizás no sean opciones saludables si no se han hecho ensayos clínicos estrictos para determinar los efectos en la salud. Sin embargo, hay recomendaciones alimentarias que, si se siguen, pueden hacer que baje de peso:
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Para bajar de peso de forma permanente sin recuperarlo, no piense en una “dieta”, sino en un plan de alimentación personalizado. Si el plan se adapta a sus gustos personales (y a lo que no le gusta), tendrá más probabilidades de bajar de peso de forma definitiva. Una dieta equilibrada que limite las calorías (de 1,200 a 1,400 calorías al día para las mujeres y de 1,500 a 1,800 calorías al día para los hombres) puede funcionar bien. Un nutricionista certificado puede ayudarlo a hacer un plan de dieta personalizado en función de la situación de cada uno.
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La dieta debe incluir una variedad de alimentos.
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No todas las grasas son malas. Ahora se sabe que las grasas poliinsaturadas y las monoinsaturadas aportan beneficios para la salud, como ayudar a que el corazón esté sano. Esto significa que los frutos secos, las semillas y algunos tipos de aceite, como los de oliva, alazor y canola, son adecuados en un plan de alimentación saludable.
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Elija granos integrales, como el arroz integral o el pan integral, en vez de arroz y pan blancos. Los alimentos de granos integrales contienen muchos nutrientes en comparación con los productos más procesados. Tienen más fibras y, por lo tanto, el cuerpo los absorbe más lentamente y no producen un aumento rápido de insulina, que provoca el hambre y los antojos.
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Elija, al menos, 5 porciones de frutas y verduras por día. Asegúrese de elegir frutas y verduras variadas, ya que las diferentes frutas y verduras contienen diversos tipos y cantidades de nutrientes.
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Cuando salga a cenar u ordene comida rápida, pida una caja para llevar (y úsela). Evite las opciones en tamaño gigante cuando ordene. Muchas porciones de los restaurantes son demasiado grandes para una persona. Considere la posibilidad de compartir el plato principal u ordenar una entrada en vez del plato principal del menú.
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Lea detenidamente las etiquetas de los alimentos. Preste especial atención a la cantidad de porciones que incluye el producto, así como el tamaño de la porción. Si la etiqueta dice que una porción tiene 150 calorías y el envase tiene 3 porciones, las calorías son el triple (450 calorías) si se consume todo el contenido del producto.
Actividad física
Un programa regular de ejercicios ayuda a las personas con obesidad porque les permite mantener y sumar masa corporal magra, o tejido muscular, a la vez que eliminan grasa. También ayuda a aumentar el ritmo de pérdida de peso si la persona está comiendo de manera saludable y siguiendo un plan de comidas. El tejido muscular quema las calorías más rápido.
Caminar es una opción de ejercicio excelente para las personas con obesidad. Un programa de caminatas debe empezar lentamente, caminando 30 minutos al día algunos días a la semana. Aumente poco a poco el objetivo de caminar a períodos más extensos la mayoría de los días de la semana. Si tiene artritis grave y le cuesta caminar, caminar en el agua en una piscina es una forma de ejercicio muy eficaz. De ese modo, la carga de peso sobre las rodillas es mínima. Algunos centros de acondicionamiento físico también ofrecen ejercicios aeróbicos en el agua.
El ejercicio disminuye la presión arterial y puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. Además, el ejercicio mejora el estado de ánimo, reduce el apetito, mejora el sueño, aumenta la flexibilidad y disminuye el colesterol LDL (el colesterol “malo”).
Consulte con su proveedor de atención médica antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
Factores del entorno
Muchos adultos estadounidenses tienen un estilo de vida sedentario. Volverse activo requiere esfuerzo de su parte. Usar el automóvil y trabajar sentado en un escritorio limitan la actividad. Mirar televisión es una actividad sedentaria que contribuye al estilo de vida inactivo.
Estos son algunos pasos sencillos que se pueden dar para aumentar la actividad diaria:
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Use las escaleras en lugar del ascensor o las escaleras mecánicas.
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Si es seguro, estacione el auto en el extremo más alejado del estacionamiento y camine hasta la tienda o la oficina.
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Baje del autobús en la parada anterior si está en una zona en la que sea seguro ir caminando.
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Apague el televisor o la consola de videojuegos y diríjase al jardín, rastrille las hojas, lave el automóvil o dé un paseo.
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Use una cinta rodante o una bicicleta fija mientras mira televisión.
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Busque actividades que disfrute toda la familia, como tenis, andar en patineta o bicicleta o hacer senderismo.
Al examinar la rutina diaria de una persona, encontrar maneras de agregar más actividad en el día además del ejercicio quizás sea más fácil de lo que imaginaba.
El lugar de trabajo puede ser un desafío al tratar de adherirse a un plan para bajar de peso. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudarlo a mantener el plan de pérdida de peso en el trabajo. Lleve refrigerios saludables, como frutas y verduras cortadas, para tenerlos a mano cuando pase el carrito de dulces. No vaya con hambre a las reuniones sociales. Planifique de antemano para evitar la tentación de las golosinas con alto contenido de azúcar y grasas. Pregunte a su empleador si le permite incorporar un programa de ejercicios a su horario laboral. Quizás pueda usar una cinta rodante mientras trabaja. Algunas personas también se benefician de trabajar en un escritorio de pie en vez de estar sentados todo el día.
Grupos de apoyo
Únase a un grupo de apoyo que lo incentive y lo apoye para cambiar su estilo de vida. Algunos grupos se reúnen todas las semanas y están dirigidos por voluntarios, psicólogos, nutricionistas o asesores para hacer ejercicio. También existen comunidades en línea que pueden ayudar dándole apoyo e información para reforzar las iniciativas de pérdida de peso y de cambios en el estilo de vida. Los amigos y la familia también pueden brindar mucho apoyo para hacer cambios en el estilo de vida. Si bien los programas comerciales de pérdida de peso pueden ser costosos, muchos de ellos ofrecen la comodidad de comidas preparadas. Algunos de estos programas también proporcionan consultas con profesionales para ayudar a la persona a adaptar las iniciativas de pérdida de peso a sus necesidades.
Tratamiento médico
Es posible que se necesite hacer un tratamiento con un proveedor de atención médica cuando las iniciativas para bajar de peso no han sido satisfactorias, pero hay afecciones médicas presentes que hacen imprescindible que baje de peso. Podrían necesitarse medicamentos para quienes tienen problemas de salud relacionados con la obesidad. Estos medicamentos pueden ayudar, pero no son una fórmula mágica. Las medidas que tome en su comportamiento son mucho más importantes en cualquier régimen para bajar de peso. Se pueden usar estrategias de comportamiento para ayudar a cambiar los hábitos alimentarios y aumentar el nivel de actividad. Los trastornos alimentarios requieren tratamiento con un psicólogo y quizás también se necesiten medicamentos.
Tratamiento quirúrgico
En la actualidad, la cirugía para perder peso (cirugía bariátrica) es la única opción para tratar de manera eficaz la obesidad mórbida en las personas a las que no les han funcionado las medidas tradicionales, como la dieta, el ejercicio y los medicamentos. Los candidatos posibles pueden ser los siguientes:
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Las personas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 40
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Los hombres que tienen 100 libras (45 kg) por encima de su peso corporal ideal u 80 libras (36 kg) en el caso de las mujeres
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Las personas con un IMC de 35 a 40 que tienen otras afecciones graves relacionadas con el peso, como diabetes de tipo 2, asma, apnea del sueño, artritis o enfermedades cardíacas
Hay diferentes tipos de cirugía bariátrica, pero todos los procedimientos son malabsortivos o restrictivos, o una combinación de ambos. Los procedimientos malabsortivos cambian la manera de funcionar del aparato digestivo. Los alimentos son redirigidos a una parte del intestino delgado que absorbe algunas calorías y nutrientes. En algunos, también hay una parte restrictiva en el procedimiento. Comúnmente se los llama procedimientos de “derivación gástrica”. También existe la derivación biliopancreática con cruce duodenal, que es más intensiva.
Los procedimientos restrictivos reducen significativamente el tamaño del estómago para que contenga menos alimentos, pero las funciones digestivas permanecen intactas. Este tipo de procedimiento se puede llamar “banda gástrica” o gastrectomía vertical en manga.
Por lo general, los procedimientos malabsortivos producen mayor pérdida de peso que los restrictivos. También pueden provocar más deficiencias nutricionales con el tiempo.
Consulte siempre a su proveedor de atención médica para obtener más información.